Australia cuenta con leyes y procedimientos estrictos en materia de bioseguridad, para garantizar que los productos que entran en el país no perjudiquen el singular medio ambiente y las industrias agrícolas de Australia.
El Departamento de Agricultura, Agua y Medio Ambiente regula los productos importados en el país mediante el sistema de
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Alan Self, director de operaciones del aeropuerto de Brisbane, afirma que es responsabilidad de los viajeros informarse sobre los artículos que pueden y no pueden introducir en el país y cumplir las condiciones de importación del departamento.
A su llegada, todos los pasajeros deben llenar una tarjeta de pasajero entrante.
Self subraya que hay que rellenarla correctamente y declarar cualquier mercancía que pueda suponer un riesgo para la bioseguridad, como alimentos, productos animales y material vegetal, incluidos los artículos de madera.
Los funcionarios de bioseguridad inspeccionan las mercancías declaradas y deciden si pueden entrar en el país con seguridad o si deben ser tratadas, exportadas o destruidas.
Aunque muchas mercancías pueden entrar en Australia, según Self, las que suponen un riesgo de introducción de plagas y enfermedades nocivas no están permitidas a menos que tengan un permiso especial de importación expedido por el departamento.
Las frutas y verduras frescas podrían traer insectos vivos o enfermedades de las plantas.
Alan Self, director de operaciones del aeropuerto de Brisbane.